viernes, 22 de agosto de 2014

OPERACIÓN ÉBOLA






OPERACIÓN ÉBOLA


La sociedad africana está sufriendo una importante desestabilización, desorganización y desmotivación como consecuencia de la epidemia del virus Ébola (EVE) que asola este país.
Resulta necesaria la recomposición de África como grupo social, pero para ello se hace imprescindible la colaboración del resto de países desarrollados.
Como respuesta por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a esta epidemia de Ébola (EVE), y en colaboración con asociados técnicos de la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN), ha proporcionado apoyo in situ a través de la implantación de un Centro de Coordinación regional ubicado en Conakry (Guinea) dotándolo de los medios necesarios para realizar investigaciones, experimentos y trabajos de carácter científico  con la finalidad de concertar apoyos y aunar esfuerzos ante la respuesta al brote en todas las comunidades afectadas.
A lo largo de la historia hemos podido comprobar cómo se han producido cambios sociales sobrevenidos como consecuencia de factores exógenos al sistema (catástrofes naturales, alteración de recursos naturales,…) y endógenos al sistema (determinados por la evolución de la sociedad y las nuevas necesidades generadas por la misma, como pueden ser: diferencias de clases, razas, diversidad ideológica política, o aquellas generadas también como consecuencia de la información proveniente de los medios de comunicación y la aplicación de nuevas tecnologías). Pero tampoco podemos obviar, aquellos factores que han sido creados de manera voluntaria para instruir y coordinar la sociedad como organización, mediante la publicación de normativa legislativa y que resulta  ineludible su cumplimiento.
El virus EVE acaecido por factores exógenos al sistema, se contagia a través de la sangre, la saliva, el sudor, el semen y la piel, en definitiva, a través de fluidos corporales, membranas mucosas o con materiales que han sido contaminados por haber estado expuesto a un contacto directo con  personas afectadas.
En la sociedad africana las relaciones sociales forman parte de uno de los pilares básicos de su cultura.
El saludo no es un mero trámite social, es todo un evento ceremonioso que indica respeto hacia la persona que es saludada, por ello, ignorarlo sería considerado como signo de humillación y menosprecio.
“Dar la mano a alguien te puede costar la vida” relata D. Luis Encinas enfermero de Médicos Sin Fronteras.
Las autoridades para evitar el contagio y la propagación del virus EVE, han prohibido darse la mano.
Por otro lado, resulta obligatorio que  los establecimientos públicos como comercios, iglesias e incluso en las estaciones de servicio coloquen recipientes de agua mezclada con jabón y cloro, para que los clientes o feligreses se laven las manos antes de adentrarse en el edificio.
 

lavanguardia.com/internacional

 
Ya que parece ser que la causa originaria de este brote no está claramente identificada si han sido los monos, los murciélagos o ¡vaya usted a saber y espero que sea lo antes posible!, no resulta baladí ni descabellada la idea, más bien diría yo que imprescindible, como medida preventiva y de propagación tanto del EVE como de otras enfermedades de tipo infeccioso,  llevar a cabo cambios sustanciales de manera continuada y arraigadas en el tiempo, y no quede en medidas provisionales, de aquellas costumbres y tradiciones locales en: Urganda, Congo, Sudán, Gabón, Côte d’Ivoire , Guinea, Sierra Leona, Liberia, Nigeria, ….
Tradiciones funerarias como lavar, tocar y besar al familiar ya cadáver o comer en el mismo plato, debían ser sustituidas por otras que supongan una reducción del riesgo de sufrir contagio de este funesto proceso vírico o de otros que aguardan expectantes buscando el momento idílico para un ataque sorpresa.
Esto no resulta tarea fácil teniendo en cuenta que la sociedad africana se caracteriza por un destacado escepticismo, para ello, resultaría vital recurrir a los líderes locales, religiosos e inclusive sanadores tradicionales para que confíen ellos, y les hagan comprender la importancia de establecer variaciones en sus tradiciones y costumbres locales como medida preventiva en la transmisión de epidemias.
¿El Ébola supondrá un cambio circunstancial en la cultura africana, o podremos algún día, referirnos a esos factores exógenos que hicieron cambiar la cultura de un país, que comenzó siendo costumbre y acabó convirtiéndose en tradición?
Mi más sincero agradecimiento y reconocimiento hacia la labor encomiable que viene desempeñando la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN) y a las organizaciones médico-humanitarias internacionales como Médicos Sin Fronteras (MSF), Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), Instituto Pasteur de Dakar, “Save the Children” entre otras.
 

                 Margarita Martínez Mechó
 
 
 

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