domingo, 29 de diciembre de 2013

LOS REGALOS COMUNICAN


LOS REGALOS COMUNICAN

 
Foto: Alvimann



  

Regalar es una costumbre extendida en todos los lugares del mundo. A la mayoría nos gusta recibir regalos, entendiendo como regalo también, unas bonitas y agradables palabras de aliento,  amor o cortesía.

Y es aquí, donde nos podemos llevar grandes sorpresas. Hay científicos que han estudiado la psicología que esconden los regalos, como es el caso de Aiden Gregg de la Universidad de Southamptom (Reino Unido), coautor de un reciente estudio al respecto” Es como si, al regalar, los narcisistas intentaran que los que le rodean fueran tan especiales como se consideran ellos”.

Los individuos narcisistas según este estudio,  compran grandes regalos con la  finalidad de destacar entre los demás y hacer sentir, al que lo recibe, que es único.

De esto podemos dilucidar, que elegir un regalo adecuado no resulta tarea fácil pudiendo llegar a convertirse en pesadilla para unos cuantos.

Debemos hacerlo siguiendo criterios coherentes y sin olvidar sorprender, como:

* Buscar la utilidad.

* Preferencias y gusto de la persona a la que va dirigido el obsequio.

El regalo habla de nosotros mismos siendo un indicador de buen gusto, respeto y cortesía. Por tanto, cuidaremos tanto el contenido como la envoltura o estuche que lo contiene.

Una envoltura cuidada y original hace más atractivo, llamativo y sorprendente el obsequio, consiguiendo los efectos deseados en la otra persona.




Regalar más no significa que lo estemos haciendo mejor, tenemos que realizarlo teniendo en cuenta varias premisas. Por ejemplo, si la persona que hace el regalo tiene alto poder adquisitivo y la que lo recibe, no se encuentra en la misma situación económica, podemos poner en una situación incómoda o de compromiso a aquella que lo recibe.

Los pequeños detalles pueden llegar a tener tanto valor o más que los grandes si se pone ilusión y sentimiento.

Que hayas leído mi post, mi mejor regalo.

Muchas gracias por hacerlo.

                                                                       Margarita Martínez Mechó