“CAMINAR DE LA MANO DE LA EXCELENCIA ES CAMINAR HACIA EL ÉXITO DE
CALIDAD”
“No conozco la clave del éxito, pero sé
que la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo”
Woody Allen
Para
emprender el camino hacia el éxito de calidad y antes de ponernos en marcha
hacia la consecución de nuestros objetivos, nuestros sueños, debemos precaver
que el morral vaya repleto de confianza en nosotros mismos, sin perder de vista
ni en un solo momento a la excelencia, que será nuestra compañera indispensable
e inseparable de este intrigante viaje.
El éxito reside en los
valores y la excelencia en:
- Uno mismo
- La pareja
- La familia
- Los amigos
- Las relaciones laborales
- Las relaciones sociales
- Etc.
Para
unos, el éxito deriva del reconocimiento social, para otros, en creer haber
alcanzado la gloria, pero el verdadero valor del éxito radica en la calidad de
las personas.
En
ocasiones el hombre (hombre/mujer) es incapaz de identificar el éxito, esto invalida
cualquier oportunidad que te faculte a saborearlo; poseer un puesto de trabajo,
una familia, amigos, gozar de salud y de bienestar en el hogar, … y a pesar de
todo esto, nos sentimos insatisfechos con nuestras vidas. Somos tan ingratos y
vivimos tan lejos de la realidad, que todavía creemos que lo bueno está por
venir, y así dejamos pasar los días, las semanas, los meses y los años esperando,
y mientras tanto, dejamos pasar todo lo bueno con lo que la vida nos ha
obsequiado.
Resulta
curioso observar como cuando una persona alcanza notoriedad su cartera de
amigos crece, crece y crece hasta unos límites insospechados. Esto lógicamente,
no es pura casualidad. Yo los denomino, amigos con fecha de caducidad ¡claro
está!
Para
conseguir el éxito de calidad hay que trabajar duro, muy duro este irá acompañado
por grandes dosis de disciplina y de sacrificio, e inclusive en ocasiones, nos
habremos asomado a la hondonada del fracaso.
Para
alcanzar el éxito hay que estar preparado, pero
para gestionarlo convenientemente, mucho más.
Éxito
no es sinónimo de felicidad. Tristemente acostumbrados nos tienen personajes
públicos como cantantes, actores/actrices, artistas en general, que tras haber conseguido un prestigioso posicionamiento
profesional y social de ámbito nacional,
internacional o mundial, han visto como se desmoronan y degradan sus intensas vidas
llenas de magnificencia y prepotencia, rebasando
el pretil que arrastrados por la infelicidad les lleva a caer en lo más
profundo de la oquedad.
El
éxito no es sólo popularidad, fortuna o seducción de masas.
El
éxito se alcanza cuando uno es capaz de tornar sus logros en felicidad, y ésta a
su vez, compartirla con entusiasmo y generosidad con sus semejantes.
En
el sector empresarial, un lobo solitario difícilmente consigue el éxito de
calidad, sólo cuando se trabaja desde la excelencia el capital humano, el equipo habrá conseguido
alcanzar los objetivos propuestos y, será entonces, cuando podremos hablar de triunfo
o victoria, en definitiva, de éxito con mayúsculas.
¡No permitas que el éxito eclipse tus
valores!
Margarita
Martínez Mechó