martes, 1 de octubre de 2013

ENVIDIA: LA BOMBA ATÓMICA DE LA SOCIEDAD


ENVIDIA: LA BOMBA ATÓMICA DE LA SOCIEDAD

 
Foto: Lynda Alexa Aguilar Nájera


 

La envidia tiene un alto contenido de energía explosiva. Puede provocar una reacción en cadena de manera incontrolada. Las personas se convierten en las denominadas armas de destrucción masiva.

Los envidiosos se rodean a su vez de explosivos convencionales: amigos, compañeros, familiares, vecinos, o simples conocidos que comparten con ellos frustraciones, complejos de inferioridad, insatisfacciones, carencias de todo tipo.

Cuando se fusiona el núcleo de estos sujetos,  entran súbitamente en una reacción que puede llegar a provocar la destrucción total o dejar graves secuelas en el ser  envidiado, produciendo además un entorno altamente radiactivo.

Pero no solo puede tener efectos nocivos para la salud del envidiado. El envidioso como ser vivo que se encuentra dentro del perímetro de la explosión y como sujeto directo en la activación, sufre daños colaterales importantes como: detrimento de salud y  sufrimiento psicológico.

La envidia  como la bomba atómica, no sólo enferma sino que paraliza el progreso óptimo y deseado de la sociedad. La envidia, se ha convertido en uno de los daños potenciales de nuestra comunidad.

La envidia es destructiva de la belleza, de la admiración, de la amistad, del compañerismo, del afecto, del amor, de la entrega, del reconocimiento….

 

Si te sientes envidiado, cultívate por dentro y no dejes que la onda expansiva te alcance.

 

                                                                          Margarita Martínez Mechó